El llamado Entrenamiento Mental o Lojong ocupa un lugar especial en la tradición Budista Tibetana, remontándose al siglo XI de nuestra era en la forma en la cual se le conoce actualmente. Si bien se traduce a los idiomas occidentales como Entrenamiento Mental, el término Lojong encierra diferentes acepciones y niveles de significado.
La primerá sílaba, Lo, significa mente, pensamiento, actitud; en tanto que Jong tiene varios sentidos: dominio en un oficio o campo de conocimiento; familiarización con formas específicas de ser y pensar; cultivo de determinadas cualidades mentales y emocionales; limpieza o purificación.
La idea esencial en todas estas acepciones es la transformación de nuestros puntos de vista, actitudes y en particular la visión profundamente arraigada que tenemos los seres ordinarios de una identidad, de un yo concreto y separado. Esa sensación de existir sensaciones, conceptos e impulsos independientes a nuestro cuerpo, lo cual nos lleva por un lado a intentar afirmar esa identidad y conferirle la mayor cantidad de experiencias agradables posible, incluso si esto implica pasar por encima de nuestros principios éticos mas básicos, y por otro lado a defenderla y protegerla contra cualquier situación, objeto o persona que parezca poner en riesgo nuestra existencia, dando lugar a la hostilidad, la agresión y la violencia.
El Lojong resulta una eficaz medicina contra este grave padecimiento de nuestra mente.
El llamado Entrenamiento Mental o Lojong ocupa un lugar especial en la tradición Budista Tibetana, remontándose al siglo XI de nuestra era en la forma en la cual se le conoce actualmente. Si bien se traduce a los idiomas occidentales como Entrenamiento Mental, el término Lojong encierra diferentes acepciones y niveles de significado.
La primerá sílaba, Lo, significa mente, pensamiento, actitud; en tanto que Jong tiene varios sentidos: dominio en un oficio o campo de conocimiento; familiarización con formas específicas de ser y pensar; cultivo de determinadas cualidades mentales y emocionales; limpieza o purificación.
La idea esencial en todas estas acepciones es la transformación de nuestros puntos de vista, actitudes y en particular la visión profundamente arraigada que tenemos los seres ordinarios de una identidad, de un yo concreto y separado. Esa sensación de existir sensaciones, conceptos e impulsos independientes a nuestro cuerpo, lo cual nos lleva por un lado a intentar afirmar esa identidad y conferirle la mayor cantidad de experiencias agradables posible, incluso si esto implica pasar por encima de nuestros principios éticos mas básicos, y por otro lado a defenderla y protegerla contra cualquier situación, objeto o persona que parezca poner en riesgo nuestra existencia, dando lugar a la hostilidad, la agresión y la violencia.
El Lojong resulta una eficaz medicina contra este grave padecimiento de nuestra mente.