Es de gran ayuda para la práctica meditativa, tener un cuarto especial o un espacio específicamente designado en tu casa. Los elementos más importantes que debes de tener en tu lugar de meditación son: un altar, un cojín de meditación y quizá una pequeña mesa. El altar es el lugar donde colocas tus objetos sagrados, fotos y textos que te inspiran y ayudan en tu práctica. Este debe de ser en un espacio limpio, ordenado y con los objetos en un lugar más alto que el nivel de tu cabeza cuando estas sentado viendo hacia ellos. Cuando comienzas a hacer tu altar, asegúrate de limpiar muy bien el espacio y quemar incienso para purificar el lugar.
Los objetos y lo que representan.
Un altar Budista contiene objetos que simbolizan la mente, el cuerpo y el habla de un ser iluminado, estos tradicionalmente se representan con una foto o estatua del Buda Shakyamuni, un texto y una stupa. El altar deberá de tener por lo menos una imagen de Shakyamuni Buda.
El texto que representa el habla del Buda no tiene que estar en tibetano o sánscrito (Puede ser un texto de Dharma en cualquier idioma). Un buen texto para tener en el altar es el Lam Rim Chenmo de Lama Tsongkhapa. Lama Zopa Rimpoché también recomienda tener en el altar el Sutra de la Luz Dorada.
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La mente del Buda tradicionalmente se representa con una stupa de la iluminación, sin embargo, esta no tiene que ser costosa. Una fotografía o un modelo de barro es perfectamente aceptable. La stupa se debe de colocar del lado derecho de la imagen del Buda (viendo de frente al altar). Si el altar tiene tres o más niveles, el texto deberá ser colocado en la parte más alta del altar, el Buda debajo de este y la stupa en la parte más baja. Si el altar se encuentra en un sólo nivel, entonces el orden de izquierda a derecha (viendo de frente al altar) es el siguiente: texto, Buda y stupa.
Los objetos en el altar también representan las Tres Joyas de Refugio. Si únicamente tienes una estatua del Buda Shakyamuni, entonces piensa que esta representa las Tres Joyas. Si también tienes un texto y una stupa, piensa que la stupa representa al Buda, el texto representa el Dharma y el Buda representa a la Sangha. Es importante tener en mente que los objetos en el altar tienen el propósito de dirigir la mente hacia las cualidades iluminadas del Buda, las cuales uno aspira emular para el beneficio de todos los seres.
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Ofrendas.
Las ofrendas se deberán de hacer en el altar diariamente. No hay límites en cuanto lo que se puede ofrendar y hay muchos tipos de ofrendas. Por lo general, uno puede ofrecer cualquier objeto que sea agradable a los cinco sentidos: forma, sonido, olor, sabor y tacto. Es costumbre ofrendar de siete a ocho cuencos con agua los cuales representan (de izquierda a derecha): agua para tomar, agua para lavarse los pies, flores, incienso, luz, perfume, comida y música. A veces no se pone cuenco de agua para la música, ya que esta se representa con la voz de uno mismo y los instrumentos musicales que se usan al recitar plegarias. Flores, velas e incienso se ofrendan en sus respectivos cuencos o en algún otro lugar del altar.
Las cosas que se ofrendan deberán de estar limpias, nuevas y ser agradables. La comida deberá de estar fresca y ser de la mejor calidad; nunca comida vieja, de sobra o echada a perder. Los cuencos o platos con ofrendas deberán de estar llenos y verse abundantes. Es mejor ofrendar un cuenco pequeño que esté lleno, que un cuenco grande a la mitad.
Ofrenda el agua imaginando que es un néctar puro, agradable a todos los sentidos. Es importante pensar que todo el campo del mérito acepta las ofrendas, las disfruta y está complacido. Para hacer la ofrenda de cuencos de agua se deberán tener por lo menos siete cuencos. Mientras más grandes y de mejor calidad sean los cuencos, es mejor. Los cuencos siempre deben de estar limpios.
¿Cómo poner los cuencos de agua?
Es costumbre lavarse las manos antes de hacer las ofrendas. Establece la motivación de que estás haciendo la ofrenda por parte de todos los seres sensibles con el deseo de alcanzar la iluminación lo más pronto posible para ser de gran beneficio a todos ellos. Haz tres postraciones.
Con un paño limpio, asea los cuencos tres veces en sentido de las manecillas del reloj (para sacar todo lo negativo hecho con la mente, cuerpo y habla), y tres veces en contra de las manecillas del reloj (para traer hacia uno las bendiciones del cuerpo, la mente y el habla del Buda). Después pasa cada cuenco por un incienso prendido para purificarlos. Cuando estás llenando cada cuenco con el humo del incienso imagina que estás llenando las mentes de todos los seres sensibles con sabiduría, compasión y poder iluminado.
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La forma más tradicional de hacer la ofrenda de cuencos es empezando con todos los cuencos, ya purificados, amontonados boca abajo hacia un lado. (No se debe de poner ningún cuenco vacío boca arriba ya que esto representa que no se está ofrendando nada.) Con una jarra de agua, verter el agua en el primer cuenco hasta que se llene. Después vierte casi toda el agua (no toda), del primer cuenco, en el segundo y coloca el primero sobre el altar del lado izquierdo. Vierte la mayoría del agua del segundo cuenco en el tercero y coloca el segundo sobre el altar junto al primero, a su lado derecho. Continúa así, hasta que todos los cuencos estén alineados sobre el altar, cada uno con un poco de agua al fondo. A veces se dice que verter el agua de esta forma, de cuenco en cuenco sucesivamente, representa llevar el linaje de las enseñanzas budistas de maestro a discípulo por muchas generaciones.
Si los cuencos son demasiado grandes o por alguna razón no es posible hacer esta práctica, entonces puedes verter un poco del agua de la jarra en cada cuenco antes de ponerlo en la mesa. Independientemente de qué práctica se lleve a cabo cada vez que viertas agua, recita el mantra OM AH HUM. Esto también se hace cada vez que se prenden velas o inciensos. Este mantra se recita para prevenir que algunos espíritus puedan contaminar las ofrendas y causen obstáculo en tu práctica.
Asegúrate de que los cuencos se hayan colocado en una línea recta, muy cerca el uno del otro pero que no se toquen. Tradicionalmente la distancia entre un cuenco y otro es del ancho de un grano de arroz. El simbolismo en esto es que si los cuencos están demasiado separados entonces puedes estar creando el karma de ser separado de tu guru. Si están demasiado juntos entonces existe el peligro de caer en la complacencia de ser demasiado cercano con el guru.
Ahora, con la jarra de agua llena todos los cuencos mientras recitas el mantra OM AH HUM. Vierte el agua con un chorro de agua delgado que gradualmente se hace más grande. Intenta verter el agua delicadamente y sin hacer ruido, como si le estuvieras sirviendo té a un rey (no como si se estuviera sirviendo una cerveza en un bar.) El agua deberá de llenar los cuencos completamente hasta que quede un espacio del tamaño de un grano de trigo en la parte superior, para que los cuencos estén llenos pero no demasiado. Si los cuencos no están suficientemente llenos, entonces tu sabiduría será incompleta; si están demasiado llenos, tu sabiduría será inestable.
Así mismo, si uno quiere, puede cubrirse la boca con una cata o tapaboca ya que es importante no respirar sobre las ofrendas mientras uno las hace. También, en vez de agua, uno puede ofrendar flores, inciensos, luz y comida en sus respectivos lugares en la alineación de los cuencos. No hay limites en la cantidad de cuencos de agua, o flores y luces etc. que se pueden ofrendar en el altar.
¿Cómo presentar la ofrenda?
Para hacer la ofrenda de una forma sencilla, genera la bodhichitta, coloca tus manos en el mudra de la postración, recita OM AH HUM tres veces e imagina que tus ofrendas son recibidas por todos los objetos sagrados, imágenes y textos en el centro de meditación, las cuales son manifestaciones de la mente sagrada del guru, e imagina que experimentas gran gozo. Piensa que tus ofrendas son recibidas por todo el campo del mérito, los Budas de las diez direcciones, Dharma y Sangha, y todas las estatuas, stupas y textos de las diez direcciones.
Con el entendimiento de que todos estos objetos sagrados son manifestaciones del guru, imagina que las ofrendas son recibidas y que la mente sagrada del guru experimenta gran gozo. Los tres pasos esenciales son: postraciones, ofrendas y generación de gran gozo. Una vez que hayas hecho las ofrendas, dedica el mérito para la pronta iluminación de todos los seres sensibles.
¿Cómo quitar la ofrenda?
Al final del día, vacía los cuencos uno por uno, sécalos con un paño limpio y amontónalos boca abajo para guardarlos. Nunca dejes cuencos vacíos boca arriba sobre el altar. Las ofrendas no deben de ser descartadas al azar. El agua deberá de ser ofrendada a plantas o a un jardín el cual no será pisado. Las flores se deberán colocar en algún lugar limpio en el exterior. Los cuencos de fruta y comida se pueden dejar sobre de el altar por unos días y después pueden ser ingeridos o se pueden poner el algún lugar alto en el exterior.
Ofrenda del Mantra de la Nube.
Este mantra multiplica las ofrendas para que se vuelvan innumerables.
OM NAMO BHAGAVATE VAJRA SARA PRAMARDANE / TATHAGATAYA / ARHATE SAMYAKSAM BUDDHAYA /TADYATHA / OM VAJRE VAJRE / MAHA VAJRE / MAHA TEJA VAJRE / MAHA VIDYA VAJRE / MAHA BODHICHITTA VAJRE / MAHA BODHI MÄNDO PASAM KRAMANA VAJRE / SARVA KARMA AVARANA VISHO DHANA VAJRE SVAHA (3x)
Es de gran ayuda para la práctica meditativa, tener un cuarto especial o un espacio específicamente designado en tu casa. Los elementos más importantes que debes de tener en tu lugar de meditación son: un altar, un cojín de meditación y quizá una pequeña mesa. El altar es el lugar donde colocas tus objetos sagrados, fotos y textos que te inspiran y ayudan en tu práctica. Este debe de ser en un espacio limpio, ordenado y con los objetos en un lugar más alto que el nivel de tu cabeza cuando estas sentado viendo hacia ellos. Cuando comienzas a hacer tu altar, asegúrate de limpiar muy bien el espacio y quemar incienso para purificar el lugar.
Los objetos y lo que representan.
Un altar Budista contiene objetos que simbolizan la mente, el cuerpo y el habla de un ser iluminado, estos tradicionalmente se representan con una foto o estatua del Buda Shakyamuni, un texto y una stupa. El altar deberá de tener por lo menos una imagen de Shakyamuni Buda.
El texto que representa el habla del Buda no tiene que estar en tibetano o sánscrito (Puede ser un texto de Dharma en cualquier idioma). Un buen texto para tener en el altar es el Lam Rim Chenmo de Lama Tsongkhapa. Lama Zopa Rimpoché también recomienda tener en el altar el Sutra de la Luz Dorada.
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La mente del Buda tradicionalmente se representa con una stupa de la iluminación, sin embargo, esta no tiene que ser costosa. Una fotografía o un modelo de barro es perfectamente aceptable. La stupa se debe de colocar del lado derecho de la imagen del Buda (viendo de frente al altar). Si el altar tiene tres o más niveles, el texto deberá ser colocado en la parte más alta del altar, el Buda debajo de este y la stupa en la parte más baja. Si el altar se encuentra en un sólo nivel, entonces el orden de izquierda a derecha (viendo de frente al altar) es el siguiente: texto, Buda y stupa.
Los objetos en el altar también representan las Tres Joyas de Refugio. Si únicamente tienes una estatua del Buda Shakyamuni, entonces piensa que esta representa las Tres Joyas. Si también tienes un texto y una stupa, piensa que la stupa representa al Buda, el texto representa el Dharma y el Buda representa a la Sangha. Es importante tener en mente que los objetos en el altar tienen el propósito de dirigir la mente hacia las cualidades iluminadas del Buda, las cuales uno aspira emular para el beneficio de todos los seres.
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Ofrendas.
Las ofrendas se deberán de hacer en el altar diariamente. No hay límites en cuanto lo que se puede ofrendar y hay muchos tipos de ofrendas. Por lo general, uno puede ofrecer cualquier objeto que sea agradable a los cinco sentidos: forma, sonido, olor, sabor y tacto. Es costumbre ofrendar de siete a ocho cuencos con agua los cuales representan (de izquierda a derecha): agua para tomar, agua para lavarse los pies, flores, incienso, luz, perfume, comida y música. A veces no se pone cuenco de agua para la música, ya que esta se representa con la voz de uno mismo y los instrumentos musicales que se usan al recitar plegarias. Flores, velas e incienso se ofrendan en sus respectivos cuencos o en algún otro lugar del altar.
Las cosas que se ofrendan deberán de estar limpias, nuevas y ser agradables. La comida deberá de estar fresca y ser de la mejor calidad; nunca comida vieja, de sobra o echada a perder. Los cuencos o platos con ofrendas deberán de estar llenos y verse abundantes. Es mejor ofrendar un cuenco pequeño que esté lleno, que un cuenco grande a la mitad.
Ofrenda el agua imaginando que es un néctar puro, agradable a todos los sentidos. Es importante pensar que todo el campo del mérito acepta las ofrendas, las disfruta y está complacido. Para hacer la ofrenda de cuencos de agua se deberán tener por lo menos siete cuencos. Mientras más grandes y de mejor calidad sean los cuencos, es mejor. Los cuencos siempre deben de estar limpios.
¿Cómo poner los cuencos de agua?
Es costumbre lavarse las manos antes de hacer las ofrendas. Establece la motivación de que estás haciendo la ofrenda por parte de todos los seres sensibles con el deseo de alcanzar la iluminación lo más pronto posible para ser de gran beneficio a todos ellos. Haz tres postraciones.
Con un paño limpio, asea los cuencos tres veces en sentido de las manecillas del reloj (para sacar todo lo negativo hecho con la mente, cuerpo y habla), y tres veces en contra de las manecillas del reloj (para traer hacia uno las bendiciones del cuerpo, la mente y el habla del Buda). Después pasa cada cuenco por un incienso prendido para purificarlos. Cuando estás llenando cada cuenco con el humo del incienso imagina que estás llenando las mentes de todos los seres sensibles con sabiduría, compasión y poder iluminado.
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La forma más tradicional de hacer la ofrenda de cuencos es empezando con todos los cuencos, ya purificados, amontonados boca abajo hacia un lado. (No se debe de poner ningún cuenco vacío boca arriba ya que esto representa que no se está ofrendando nada.) Con una jarra de agua, verter el agua en el primer cuenco hasta que se llene. Después vierte casi toda el agua (no toda), del primer cuenco, en el segundo y coloca el primero sobre el altar del lado izquierdo. Vierte la mayoría del agua del segundo cuenco en el tercero y coloca el segundo sobre el altar junto al primero, a su lado derecho. Continúa así, hasta que todos los cuencos estén alineados sobre el altar, cada uno con un poco de agua al fondo. A veces se dice que verter el agua de esta forma, de cuenco en cuenco sucesivamente, representa llevar el linaje de las enseñanzas budistas de maestro a discípulo por muchas generaciones.
Si los cuencos son demasiado grandes o por alguna razón no es posible hacer esta práctica, entonces puedes verter un poco del agua de la jarra en cada cuenco antes de ponerlo en la mesa. Independientemente de qué práctica se lleve a cabo cada vez que viertas agua, recita el mantra OM AH HUM. Esto también se hace cada vez que se prenden velas o inciensos. Este mantra se recita para prevenir que algunos espíritus puedan contaminar las ofrendas y causen obstáculo en tu práctica.
Asegúrate de que los cuencos se hayan colocado en una línea recta, muy cerca el uno del otro pero que no se toquen. Tradicionalmente la distancia entre un cuenco y otro es del ancho de un grano de arroz. El simbolismo en esto es que si los cuencos están demasiado separados entonces puedes estar creando el karma de ser separado de tu guru. Si están demasiado juntos entonces existe el peligro de caer en la complacencia de ser demasiado cercano con el guru.
Ahora, con la jarra de agua llena todos los cuencos mientras recitas el mantra OM AH HUM. Vierte el agua con un chorro de agua delgado que gradualmente se hace más grande. Intenta verter el agua delicadamente y sin hacer ruido, como si le estuvieras sirviendo té a un rey (no como si se estuviera sirviendo una cerveza en un bar.) El agua deberá de llenar los cuencos completamente hasta que quede un espacio del tamaño de un grano de trigo en la parte superior, para que los cuencos estén llenos pero no demasiado. Si los cuencos no están suficientemente llenos, entonces tu sabiduría será incompleta; si están demasiado llenos, tu sabiduría será inestable.
Así mismo, si uno quiere, puede cubrirse la boca con una cata o tapaboca ya que es importante no respirar sobre las ofrendas mientras uno las hace. También, en vez de agua, uno puede ofrendar flores, inciensos, luz y comida en sus respectivos lugares en la alineación de los cuencos. No hay limites en la cantidad de cuencos de agua, o flores y luces etc. que se pueden ofrendar en el altar.
¿Cómo presentar la ofrenda?
Para hacer la ofrenda de una forma sencilla, genera la bodhichitta, coloca tus manos en el mudra de la postración, recita OM AH HUM tres veces e imagina que tus ofrendas son recibidas por todos los objetos sagrados, imágenes y textos en el centro de meditación, las cuales son manifestaciones de la mente sagrada del guru, e imagina que experimentas gran gozo. Piensa que tus ofrendas son recibidas por todo el campo del mérito, los Budas de las diez direcciones, Dharma y Sangha, y todas las estatuas, stupas y textos de las diez direcciones.
Con el entendimiento de que todos estos objetos sagrados son manifestaciones del guru, imagina que las ofrendas son recibidas y que la mente sagrada del guru experimenta gran gozo. Los tres pasos esenciales son: postraciones, ofrendas y generación de gran gozo. Una vez que hayas hecho las ofrendas, dedica el mérito para la pronta iluminación de todos los seres sensibles.
¿Cómo quitar la ofrenda?
Al final del día, vacía los cuencos uno por uno, sécalos con un paño limpio y amontónalos boca abajo para guardarlos. Nunca dejes cuencos vacíos boca arriba sobre el altar. Las ofrendas no deben de ser descartadas al azar. El agua deberá de ser ofrendada a plantas o a un jardín el cual no será pisado. Las flores se deberán colocar en algún lugar limpio en el exterior. Los cuencos de fruta y comida se pueden dejar sobre de el altar por unos días y después pueden ser ingeridos o se pueden poner el algún lugar alto en el exterior.
Ofrenda del Mantra de la Nube.
Este mantra multiplica las ofrendas para que se vuelvan innumerables.
OM NAMO BHAGAVATE VAJRA SARA PRAMARDANE / TATHAGATAYA / ARHATE SAMYAKSAM BUDDHAYA /TADYATHA / OM VAJRE VAJRE / MAHA VAJRE / MAHA TEJA VAJRE / MAHA VIDYA VAJRE / MAHA BODHICHITTA VAJRE / MAHA BODHI MÄNDO PASAM KRAMANA VAJRE / SARVA KARMA AVARANA VISHO DHANA VAJRE SVAHA (3x)