Se utiliza este término para designar a una sutil actividad mental que está exenta de toda mancha oscurecedora pasajera. Por tanto, es considerada la base de cada uno de nuestros momentos de cognición.

El dzogchen es el más adecuado procedimiento para acceder a ese superior estado de la mente; pues sus métodos trabajan sobre el nivel más elevado del tantra. Esto hace que el nivel más sutil de nuestra mente crezca hasta alcanzar su plena madurez.

Algo que obra como un agravante que entorpece nuestro avance hacia el Rigpa, son las proyecciones de nuestra mente habitual y ordinaria. Estas proyecciones son tan poderosas que, con bastante facilidad, se apoderan de nosotros… ¡y más si estamos distraídos o desatentos!

De momento ─decía Dudjom Rimpoché─ nuestro Rigpa es como un bebé que se encuentra abandonado en el fragoroso campo de batalla de nuestros pensamientos; y lo que tenemos que hacer mientras nos encontramos en el seguro entorno de la meditación, es desempeñar el oficio de niñeras de nuestro Rigpa.

Las ideas que sobre este tema aparecen el libro ″Destellos de sabiduría″ de Sogyal Rinpoche, Editorial Urano, sirvieron de base para la redacción de estos párrafos.