• NO CREO que conocer a una persona nos va a llenar la vida. CREO en una vida
llena para poder compartir con otra persona la felicidad que ya tengo.
• NO CREO que el amor sea generado por alguien. CREO que, si llegamos a crecer lo suficiente, el amor nacerá en nosotros y lo podremos mantener y desarrollar y, de pronto, se disparará hacia las personas que saben compartir sus pensamientos y sus sentimientos.
• NO CREO en el amor que se siente hoy y se promete para toda la vida. CREO en el respeto y en la sinceridad; en el amor maduro que deja espacio para crecer en compañía.
• NO CREO en la exclusividad del amor. CREO en el amor que se expresa de diferentes maneras, pero sin condiciones.
• NO CREO en el amor a primera vista ni en confiar en alguien en muy poco
tiempo. CREO en hablar el mismo idioma, en ganarse la confianza de quien está cerca, en conexiones de energía, como los ríos que se juntan para formar un mismo caudal.
• NO CREO en el amor eterno. CREO en el amor que dos personas sienten y que deciden compartirlo sin presiones ni exigencias.
• NO CREO en amores nacidos el uno para el otro. CREO en la naturaleza del fluir y del coincidir.
• NO CREO en el sufrimiento del amor. CREO en amar en armonía y en que el amor es más y nunca menos.
• NO CREO en amores que coartan, en amores que frenan. CREO en las relaciones de las personas que se apoyan en los malos momentos, que se leen la mirada, que se sonríen con el alma.
• NO CREO en callarse por no dañar. CREO en la comunicación como la mejor
vía para construir, coincidir y decidir.
• NO CREO en el amor que se sacrifica. CREO en la absoluta sinceridad del que dice «Te amo» y también en la sinceridad del que dice «Me voy».
• NO CREO en la indisolubilidad de la pareja. CREO en ser buena persona, antes que ser pareja.
• NO CREO en que la vida nos fue dada. CREO en que lo que se nos dio fue la existencia. La vida la construimos nosotros con un 10% de lo que nos sucede y un 90% de cómo reaccionamos frente a lo que nos sucede. CREO que debemos tener la valentía de vivirla sin miedos, en el presente; ya que el mañana podría no llegar. CREO completa y ciegamente en el amor puro, íntegro, incondicional, cálido, profundo, bello.
• NO CREO que conocer a una persona nos va a llenar la vida. CREO en una vida
llena para poder compartir con otra persona la felicidad que ya tengo.
• NO CREO que el amor sea generado por alguien. CREO que, si llegamos a crecer lo suficiente, el amor nacerá en nosotros y lo podremos mantener y desarrollar y, de pronto, se disparará hacia las personas que saben compartir sus pensamientos y sus sentimientos.
• NO CREO en el amor que se siente hoy y se promete para toda la vida. CREO en el respeto y en la sinceridad; en el amor maduro que deja espacio para crecer en compañía.
• NO CREO en la exclusividad del amor. CREO en el amor que se expresa de diferentes maneras, pero sin condiciones.
• NO CREO en el amor a primera vista ni en confiar en alguien en muy poco
tiempo. CREO en hablar el mismo idioma, en ganarse la confianza de quien está cerca, en conexiones de energía, como los ríos que se juntan para formar un mismo caudal.
• NO CREO en el amor eterno. CREO en el amor que dos personas sienten y que deciden compartirlo sin presiones ni exigencias.
• NO CREO en amores nacidos el uno para el otro. CREO en la naturaleza del fluir y del coincidir.
• NO CREO en el sufrimiento del amor. CREO en amar en armonía y en que el amor es más y nunca menos.
• NO CREO en amores que coartan, en amores que frenan. CREO en las relaciones de las personas que se apoyan en los malos momentos, que se leen la mirada, que se sonríen con el alma.
• NO CREO en callarse por no dañar. CREO en la comunicación como la mejor
vía para construir, coincidir y decidir.
• NO CREO en el amor que se sacrifica. CREO en la absoluta sinceridad del que dice «Te amo» y también en la sinceridad del que dice «Me voy».
• NO CREO en la indisolubilidad de la pareja. CREO en ser buena persona, antes que ser pareja.
• NO CREO en que la vida nos fue dada. CREO en que lo que se nos dio fue la existencia. La vida la construimos nosotros con un 10% de lo que nos sucede y un 90% de cómo reaccionamos frente a lo que nos sucede. CREO que debemos tener la valentía de vivirla sin miedos, en el presente; ya que el mañana podría no llegar. CREO completa y ciegamente en el amor puro, íntegro, incondicional, cálido, profundo, bello.