Reflexión de la Semana

¿Cómo Seguir el Camino?

Seguir el caminoEncontrar la senda espiritual que mejor va con nuestra forma personal de ser y de pensar, no es algo sencillo. Yo recomiendo que se lean los grandes libros que nos han dejado las más connotadas tradiciones espirituales del mundo; después, tratar de entender qué es lo que quieren decir esos maestros cuando hablan de liberación o de Iluminación; y, finalmente, decidir cuál enfoque de la realidad absoluta es el que más nos atrae y nos conviene.

Cuando se haya hecho la elección, se tiene que aplicar todo el discernimiento de que se es capaz; porque, seguir una senda espiritual requiere de inteligencia, de sobria comprensión y de sutiles poderes de lucidez mental; porque, aquí de lo que se trata, es de llegar a alcanzar un elevado nivel de la verdad.

El interesado debe llegar al sendero jovialmente consciente del equipaje que carga: deficiencias, fantasías, fracasos, proyecciones… Tendrá que poseer también una sensata y realista humildad que le permita ver con claridad el lugar en el que se encuentra con respecto de esa senda y ser consciente de lo que le falta aún por entender y por lograr.

Una de las cosas que no se deben hacer es dejarse llevar por esa mentalidad occidental de «ir de compras». Sí; de salir a ver qué maestro o qué enseñanza se encuentra uno por ahí, sin aplicar una continuidad decidida, sin una auténtica dedicación y sin someterse a ninguna disciplina.

Esa idea tan difundida hoy en día de que podemos mantener abiertas todas las opciones sin comprometernos con ninguna, ese proceder de «turistas espirituales que dejan su elefante en casa y salen a buscar sus huellas en el bosque», es uno de los mayores y más peligrosos engaños y una de las maneras más eficaces que utiliza el ego para sabotear nuestra búsqueda espiritual.

Sogyal Rimpoché
De «El libro tibetano de la vida y de la muerte