LOS VENENOS
1. Pereza
2. Olvidar el Precepto
3. Sopor y excitación mental
El sopor surge por por liberar demasiado a la mente, esto es no anclar la atención de la mente suficientemente fuerte en el objeto de meditación. Lo dejamos muy libre, la mente esta tan distraída que se cansa y al rato se pone a dormir. El sopor puede ser:
– Burdo: Es sueño
– Sutil: Es perder la claridad del objeto de meditación. Lo vemos pero ya no lo vemos con claridad.
Con la excitación la mente está inmersa en el diálogo interior. Puede ser:
– Burda: Es cuando nos distraemos y substituimos nuestro objeto de meditación por cualquier otra cosa.
– Sutil: Una parte de la mente esta centrada en la meditación y otra parte está centrada en la discursividad. Estamos apretando demasiado la mente.
4. No aplicar el antídoto.
5. Sobre aplicar el antídoto.
LOS ANTIDOTOS
Para el sopor, hundimiento mental o sueño:
1. Nos concentramos en la inhalación y la sensación de claridad que ésta produce
2. No soltar ni liberar tanto la mente al punto que nos de sueño. Regresar la atención a la respiración
3. Elevar nuestra vista pero sin ponernos a ver algo con detenimiento
4. Respirar muy hondo y tratar de llevar el aire debajo del ombligo y ahí lo atamos, contamos hasta tres, respiramos, exhalamos fuerte, volvemos a respirar para oxigenar el cuerpo y disipar el sueño.
5. Visualizar el canal central, en el medio de este hay una gota blanca (en el corazón) esa es la naturaleza más sutil de la mente. Sentimos que esta gota empieza a subir por este canal hasta que llegue al área del entrecejo, aquí disipamos esta gota por la coronilla de la cabeza y sentimos que sale y se disuelve.
Para la excitación mental, discursividad o exceso de diálogo interior:
1. Nos concentramos en la exhalación y la sensación de relajación que ésta produce
2. No apretar tanto la mente, la recolección de la mente debe ser más relajada.
3. Traer nuestra vista hacia nosotros, recogerla.
4. Colocar toda nuestra atención en el área del ombligo, tratar de sentir que somos el ombligo, esto asienta la energía del cuerpo y nos permite controlar la excitación mental
5. Traer a la mente un pensamiento depresivo o triste, pues estos pensamientos requieren de una gran cantidad de energía, tan pronto como recuperamos la atención nos liberamos del pensamiento depresivo.
LOS VENENOS
2. Olvidar el Precepto
3. Sopor y excitación mental
El sopor surge por por liberar demasiado a la mente, esto es no anclar la atención de la mente suficientemente fuerte en el objeto de meditación. Lo dejamos muy libre, la mente esta tan distraída que se cansa y al rato se pone a dormir. El sopor puede ser:
– Burdo: Es sueño
– Sutil: Es perder la claridad del objeto de meditación. Lo vemos pero ya no lo vemos con claridad.
Con la excitación la mente está inmersa en el diálogo interior. Puede ser:
– Burda: Es cuando nos distraemos y substituimos nuestro objeto de meditación por cualquier otra cosa.
– Sutil: Una parte de la mente esta centrada en la meditación y otra parte está centrada en la discursividad. Estamos apretando demasiado la mente.
4. No aplicar el antídoto.
5. Sobre aplicar el antídoto.
LOS ANTIDOTOS
Para el sopor, hundimiento mental o sueño:
1. Nos concentramos en la inhalación y la sensación de claridad que ésta produce
2. No soltar ni liberar tanto la mente al punto que nos de sueño. Regresar la atención a la respiración
3. Elevar nuestra vista pero sin ponernos a ver algo con detenimiento
4. Respirar muy hondo y tratar de llevar el aire debajo del ombligo y ahí lo atamos, contamos hasta tres, respiramos, exhalamos fuerte, volvemos a respirar para oxigenar el cuerpo y disipar el sueño.
5. Visualizar el canal central, en el medio de este hay una gota blanca (en el corazón) esa es la naturaleza más sutil de la mente. Sentimos que esta gota empieza a subir por este canal hasta que llegue al área del entrecejo, aquí disipamos esta gota por la coronilla de la cabeza y sentimos que sale y se disuelve.
Para la excitación mental, discursividad o exceso de diálogo interior:
1. Nos concentramos en la exhalación y la sensación de relajación que ésta produce
2. No apretar tanto la mente, la recolección de la mente debe ser más relajada.
3. Traer nuestra vista hacia nosotros, recogerla.
4. Colocar toda nuestra atención en el área del ombligo, tratar de sentir que somos el ombligo, esto asienta la energía del cuerpo y nos permite controlar la excitación mental
5. Traer a la mente un pensamiento depresivo o triste, pues estos pensamientos requieren de una gran cantidad de energía, tan pronto como recuperamos la atención nos liberamos del pensamiento depresivo.