─¡Tengo seis años buscando la Iluminación! ─dijo el discípulo─. Dígame, maestro: ¿qué pasos tengo que dar para conseguirla?
─¿Cómo te sostienes? ─contestó preguntando el maestro─. ¿De qué vives?
─¡Eso no tiene importancia! ─dijo el muchacho─. Mis padres son ricos y me apoyan en todo. Sobre todo, si saben que ando en busca de la espiritualidad. Gracias a ellos puedo dedicarme por entero a las cosas sagradas.
─¡No es tan sencillo el asunto! ─afirmó el anciano─. Los que andan en busca de la verdad deben saber también cómo cuidar de sí mismos.
─Pero, si insistes ─prosiguió el maestro─, te diré cuál es el siguiente paso que tienes que dar: mira al sol durante diez segundos.
El joven obedeció.
─Ahora ─continuó el anciano─, descríbeme el paisaje que hay a tu alrededor.
─¡No puedo hacerlo, maestro! ─exclamó angustiado el discípulo─. El sol me ha deslumbrado tanto que no puedo ver nada.
─Si fijas tu vista mucho tiempo en sol ─concluyó el anciano─, ¡acabarás ciego! Lo mismo les pasa a los hombres que, por andar en busca de la luz, dejan sus responsabilidades en manos de los demás. ¡Así no encontrarán lo que buscan!
Cuento sufi
─¡Tengo seis años buscando la Iluminación! ─dijo el discípulo─. Dígame, maestro: ¿qué pasos tengo que dar para conseguirla?
─¿Cómo te sostienes? ─contestó preguntando el maestro─. ¿De qué vives?
─¡Eso no tiene importancia! ─dijo el muchacho─. Mis padres son ricos y me apoyan en todo. Sobre todo, si saben que ando en busca de la espiritualidad. Gracias a ellos puedo dedicarme por entero a las cosas sagradas.
─¡No es tan sencillo el asunto! ─afirmó el anciano─. Los que andan en busca de la verdad deben saber también cómo cuidar de sí mismos.
─Pero, si insistes ─prosiguió el maestro─, te diré cuál es el siguiente paso que tienes que dar: mira al sol durante diez segundos.
El joven obedeció.
─Ahora ─continuó el anciano─, descríbeme el paisaje que hay a tu alrededor.
─¡No puedo hacerlo, maestro! ─exclamó angustiado el discípulo─. El sol me ha deslumbrado tanto que no puedo ver nada.
─Si fijas tu vista mucho tiempo en sol ─concluyó el anciano─, ¡acabarás ciego! Lo mismo les pasa a los hombres que, por andar en busca de la luz, dejan sus responsabilidades en manos de los demás. ¡Así no encontrarán lo que buscan!
Cuento sufi