1º – No te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología. Todos los sistemas de pensamiento son guías o propuestas que puedes poner en práctica, pero no son la verdad absoluta.
2º – No creas que los conocimientos que hoy tienes y las ideas que ahora defiendes son inmutables. En algún momento, vas a cambiar de forma de pensar. Tienes que aprender a desapegarte de los puntos de vista con los que ahora ves las cosas. Es necesario hacer que nuestra mente se abra y esté dispuesta a analizar los enfoques que los demás le dan a los asuntos de los que nosotros ya nos formamos un concepto.
3º – No fuerces a los demás ─¡y menos a los niños!─ a que adopten tus puntos de vista. No debes hacerlo ni por autoridad, ni bajo amenaza, ni por dinero, ni por educación. Utiliza mejor el diálogo compasivo para ayudar a que la gente renuncie al fanatismo y a las estrecheces mentales.
4º – No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres los ojos al dolor. Sé siempre consciente de su existencia. Los seres que pueblan el mundo se debaten en un permanente y recurrente ambiente de insatisfacción. Encuentra maneras que te permitan acercarte a los que sufren. Despierta en ti mismo ─y en los demás─ la idea de que el sufrimiento es una realidad.
5º – Es un despropósito que mientras millones de seres pasan hambre, tú estés empeñado en acumular riquezas. No permitas que los objetivos de tu vida sean alcanzar la fama, obtener bienes materiales o disfrutar de los placeres sensuales. Al contrario: vive con sencillez y comparte tu tiempo y los recursos materiales que lícitamente has obtenido, con los que estén en estado de necesidad.
6º – No permitas que la ira o el odio nazcan en tu corazón. Si te percatas de que esos sentimientos empiezan a surgir en tu interior, medita profundamente en la compasión que debes sentir hacia todas las personas; incluso sobre los que han hecho que esa cizaña sentimental contamine tus surcos internos.
7º – No dejes que tu atención se disperse en el ambiente que te rodea. Respira con calma y recupera la compostura de tu cuerpo y de tu mente. Esto te ayudará a que consigas estabilidad en la atención y desarrollo en la concentración y en la comprensión.
8º – No expreses palabras que ocasionen discordias o rupturas en la comunidad en la que interactúas. Realiza esfuerzos para que se den las reconciliaciones y la resolución de todos los conflictos: los grandes y los pequeños.
9º – No cuentes cosas que se aparten de la verdad sólo por interés personal o para impresionar a los demás. No pronuncies palabras que despierten malos sentimientos en los que te escuchan. Si no tienes la seguridad de que son ciertas, no difundas algunas noticias. Procura que tus palabras no sólo sean verdaderas; sino que, además, expresen ideas constructivas. Sin embargo, ármate de valor para hablar sobre situaciones de injusticia, incluso si al hacerlo tu seguridad queda en peligro.
10º – No utilices al grupo para obtener ganancias o provecho personal. Sobre todo, no hagas que tu comunidad se politice. Sin embargo, las personas y el grupo social que se forma con ellas, deben expresar siempre una clara actitud contra la opresión y la injusticia.
11º – Procura que tu vocación no te incline a realizar acciones que lastimen a los seres vivos y a la Naturaleza. No participes en campañas que priven a los demás de su derecho a vivir. Elige realizar acciones que hagan realidad tu ideal de compasión.
12º – No le arrebates la vida a ningún ser ni permitas que otros lo hagan. Encuentra todos los medios posibles para proteger la vida y evitar las guerras.
13º – Procura que lo que poseas sea realmente tuyo. Respeta la propiedad de los demás; pero, haz lo posible para evitar que otros se enriquezcan a costa del sufrimiento humano o el de otros seres.
14º – Respeta tu cuerpo. No lo maltrates ni lo lastimes; pero, sobre todo, no lo veas como un instrumento. Utiliza las energías que posees en actividades que te conduzcan hacia la superación personal. Si tienes que participar en relaciones sexuales, hazlo con amor y con compromiso. Sé consciente del sufrimiento que puede acarrear la práctica irresponsable de esta función biológica y, también, ten presente el compromiso que implica traer nuevas vidas al mundo.
15º – Y por último, no creas que he avanzado tanto en el Sendero que puedo ya cumplir a cabalidad con estos Preceptos. Sé que fallo de muchas maneras. Es difícil que alguien pueda cumplir plenamente con todos. Sin embargo, trabajo hacia esa meta. ¡Todos deberíamos trabajar y esforzarnos para enrumbar nuestra vida hacia esa dirección!
Thich Nhat Hanh
Maestro Zen nacido en Vietnam. Activista por la paz desde la época de la injusta guerra que Estados Unidos desató sobre su patria. Fue nominado al Nobel de la Paz por Martin Luther King. Es autor de numerosos libros y actualmente vive en Francia.
1º – No te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología. Todos los sistemas de pensamiento son guías o propuestas que puedes poner en práctica, pero no son la verdad absoluta.
2º – No creas que los conocimientos que hoy tienes y las ideas que ahora defiendes son inmutables. En algún momento, vas a cambiar de forma de pensar. Tienes que aprender a desapegarte de los puntos de vista con los que ahora ves las cosas. Es necesario hacer que nuestra mente se abra y esté dispuesta a analizar los enfoques que los demás le dan a los asuntos de los que nosotros ya nos formamos un concepto.
3º – No fuerces a los demás ─¡y menos a los niños!─ a que adopten tus puntos de vista. No debes hacerlo ni por autoridad, ni bajo amenaza, ni por dinero, ni por educación. Utiliza mejor el diálogo compasivo para ayudar a que la gente renuncie al fanatismo y a las estrecheces mentales.
4º – No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres los ojos al dolor. Sé siempre consciente de su existencia. Los seres que pueblan el mundo se debaten en un permanente y recurrente ambiente de insatisfacción. Encuentra maneras que te permitan acercarte a los que sufren. Despierta en ti mismo ─y en los demás─ la idea de que el sufrimiento es una realidad.
5º – Es un despropósito que mientras millones de seres pasan hambre, tú estés empeñado en acumular riquezas. No permitas que los objetivos de tu vida sean alcanzar la fama, obtener bienes materiales o disfrutar de los placeres sensuales. Al contrario: vive con sencillez y comparte tu tiempo y los recursos materiales que lícitamente has obtenido, con los que estén en estado de necesidad.
6º – No permitas que la ira o el odio nazcan en tu corazón. Si te percatas de que esos sentimientos empiezan a surgir en tu interior, medita profundamente en la compasión que debes sentir hacia todas las personas; incluso sobre los que han hecho que esa cizaña sentimental contamine tus surcos internos.
7º – No dejes que tu atención se disperse en el ambiente que te rodea. Respira con calma y recupera la compostura de tu cuerpo y de tu mente. Esto te ayudará a que consigas estabilidad en la atención y desarrollo en la concentración y en la comprensión.
8º – No expreses palabras que ocasionen discordias o rupturas en la comunidad en la que interactúas. Realiza esfuerzos para que se den las reconciliaciones y la resolución de todos los conflictos: los grandes y los pequeños.
9º – No cuentes cosas que se aparten de la verdad sólo por interés personal o para impresionar a los demás. No pronuncies palabras que despierten malos sentimientos en los que te escuchan. Si no tienes la seguridad de que son ciertas, no difundas algunas noticias. Procura que tus palabras no sólo sean verdaderas; sino que, además, expresen ideas constructivas. Sin embargo, ármate de valor para hablar sobre situaciones de injusticia, incluso si al hacerlo tu seguridad queda en peligro.
10º – No utilices al grupo para obtener ganancias o provecho personal. Sobre todo, no hagas que tu comunidad se politice. Sin embargo, las personas y el grupo social que se forma con ellas, deben expresar siempre una clara actitud contra la opresión y la injusticia.
11º – Procura que tu vocación no te incline a realizar acciones que lastimen a los seres vivos y a la Naturaleza. No participes en campañas que priven a los demás de su derecho a vivir. Elige realizar acciones que hagan realidad tu ideal de compasión.
12º – No le arrebates la vida a ningún ser ni permitas que otros lo hagan. Encuentra todos los medios posibles para proteger la vida y evitar las guerras.
13º – Procura que lo que poseas sea realmente tuyo. Respeta la propiedad de los demás; pero, haz lo posible para evitar que otros se enriquezcan a costa del sufrimiento humano o el de otros seres.
14º – Respeta tu cuerpo. No lo maltrates ni lo lastimes; pero, sobre todo, no lo veas como un instrumento. Utiliza las energías que posees en actividades que te conduzcan hacia la superación personal. Si tienes que participar en relaciones sexuales, hazlo con amor y con compromiso. Sé consciente del sufrimiento que puede acarrear la práctica irresponsable de esta función biológica y, también, ten presente el compromiso que implica traer nuevas vidas al mundo.
15º – Y por último, no creas que he avanzado tanto en el Sendero que puedo ya cumplir a cabalidad con estos Preceptos. Sé que fallo de muchas maneras. Es difícil que alguien pueda cumplir plenamente con todos. Sin embargo, trabajo hacia esa meta. ¡Todos deberíamos trabajar y esforzarnos para enrumbar nuestra vida hacia esa dirección!
Thich Nhat Hanh
Maestro Zen nacido en Vietnam. Activista por la paz desde la época de la injusta guerra que Estados Unidos desató sobre su patria. Fue nominado al Nobel de la Paz por Martin Luther King. Es autor de numerosos libros y actualmente vive en Francia.