La vida tiene un sentido. No llegamos a este mundo por azares o casualidades que responden a condiciones fortuitas o aleatorias.
La vida obedece a razones que es preciso descubrir y analizar. No tenemos que esperar a que la dolorosa muerte de un ser querido o a la conmoción que causa la aparición de una enfermedad terminal, nos obligue a examinar nuestra vida.
La enseñanza de Buda nos expresa que podemos aprovechar lo que nos pasa en esta vida para prepararnos para la muerte. No es apropiado llegar a esa delicada transición con las manos vacías y, totalmente desarmados, ir al encuentro de lo desconocido.
Tenemos que empezar, aquí y ahora, a desentrañar el sentido que la vida tiene. Cada instante de nuestro cotidiano vivir podemos convertirlo en una oportunidad para cambiar, en un ejercicio de preparación que nos permita afrontar, con precisión y serenidad, la muerte y la eternidad para la que fuimos hechos.
Conceptos tomados del libro
″Destellos de sabiduría″ de Sogyal Rimpoché
La vida tiene un sentido. No llegamos a este mundo por azares o casualidades que responden a condiciones fortuitas o aleatorias.
La vida obedece a razones que es preciso descubrir y analizar. No tenemos que esperar a que la dolorosa muerte de un ser querido o a la conmoción que causa la aparición de una enfermedad terminal, nos obligue a examinar nuestra vida.
La enseñanza de Buda nos expresa que podemos aprovechar lo que nos pasa en esta vida para prepararnos para la muerte. No es apropiado llegar a esa delicada transición con las manos vacías y, totalmente desarmados, ir al encuentro de lo desconocido.
Tenemos que empezar, aquí y ahora, a desentrañar el sentido que la vida tiene. Cada instante de nuestro cotidiano vivir podemos convertirlo en una oportunidad para cambiar, en un ejercicio de preparación que nos permita afrontar, con precisión y serenidad, la muerte y la eternidad para la que fuimos hechos.
Conceptos tomados del libro
″Destellos de sabiduría″ de Sogyal Rimpoché