El Blog de Don César

Oración de Shantideva

Shantideva

Las ideas que aparecen al término de este pequeño preámbulo son un fragmento de unos rezos que constantemente profería Shantideva, un sabio y poeta de la India que vivió allá por el siglo VIII. Con el tiempo, sus enseñanzas, incluida esta oración, aparecieron en un libro que ahora se conoce como ″Guía para las personas que trillan el Camino del Bodhisattva″.

Un bodhisattva es una persona que ha trabajado tanto con su mente, que es ya capaz de llevar a su manera natural de vivir lo que maneja en sus prácticas contemplativas. Es un estudioso de las leyes generales que rigen la mente y el Universo y que ha tomado conciencia de que nadie puede ser enteramente feliz, mientras haya tanto dolor diseminado por el mundo. Un bodhisattva siente que su felicidad es más y más intensa en la medida en que los demás se alejan del dolor y de la insatisfacción.

Este texto de Shantideva es la oración preferida de Su Santidad el Dalai Lama. Las ideas expresadas en sus renglones no son más que deseos sinceros de que los demás sean felices. Ansias genuinas de que todo lo que pensemos, todo lo que digamos y todo lo que hagamos no tenga otra finalidad que la de servir a los demás.

Al adentrarnos en sus conceptos, comenzamos a respirar una atmósfera impregnada de altruismo, de abnegación y de amor incondicional hacia el prójimo.  Entre otras muchas cosas, la oración dice así:

  • Me regocijo por el océano de virtud que se genera cuando se desarrolla en la mente el deseo de beneficiar a todos los seres.
  • Junto mis manos y oro para que esa virtud que se acumula con las buenas acciones que realizo, sirva para que sea eliminado el dolor de todas las criaturas vivientes.
  • Que pueda convertirme en enfermero, en doctor y en medicina para que sean curados todos los enfermos.
  • Que una lluvia de bendiciones aleje el dolor y la sed; y que en épocas de hambruna, pueda yo convertirme en comida que nutre y en bebida gratificante.
  • Sea yo tesoro en presencia de pobres e indigentes para que me tomen y me conviertan en lo que ellos necesitan.
  • Para los viajeros que andan el camino, sea yo un guía; para los que tengan necesidad de cruzar abismos o torrentes, sea yo puente o vado; y para los que anhelan llegar a la otra orilla, pueda yo convertirme en balsa o navío.
  • Lámpara quisiera ser para los que vagan en la oscuridad; isla en la que se salven los náufragos; lecho en el que reposen los que desfallecen.
  • Que me sea dado el don de la protección para socorrer a los débiles y pueda yo convertirme en esclavo para satisfacer el afán de poder de los ambiciosos.
  • Que mi mente experimente paz y que, sin importar lo que suceda, no pierda yo mi quietud interior.
  • Que mi alma no tenga espacios donde se guarden sentimientos dolorosos.
  • Que sea yo como la Tierra que sustenta la vida de todos los seres.
  • Que mi mente permanezca estable aún en presencia de personas que cometen acciones inadecuadas.
  • Que los méritos que acumule con las acciones virtuosas que realice, sirvan para que haya armonía en el mundo; para que aumente la felicidad de mis hermanos; para que encuentren abundancia los que sufren privaciones; y para que la alegría ahuyente las penas de los que lloran.
  • Que se llenen de fortaleza y una inspiración inunde los pechos de los que han perdido la esperanza.
  • Que sea larga mi vida y pueda yo reunir las condiciones para ayudar a que sea eliminado el sufrimiento de todos los seres.
  • Que haya armonía y sabiduría permanentes para que la paz y la felicidad se enseñoreen en el mundo.
  • Que el espacio y la tierra sostengan por siempre la vida de todas las criaturas vivientes.