Todas las tradiciones espirituales del mundo dejan bien clara una cosa: nuestro interior es el contenedor de una enorme reserva de poder, poder de sabiduría, poder de compasión.
El día que aprendamos a utilizar ese esa energía que de momento yace latente en nuestros adentros ─y ese es el objetivo de la búsqueda de la Iluminación─, no sólo nos transformaremos a nosotros mismos; sino que, junto con nuestro cambio, se transformará también el mundo que nos rodea.
Y, ¿ha habido en el tiempo un momento como el presente en el que el uso de este poder haya sido tan esencial y tan urgente? ¿Ha habido jamás una época en la que comprender la naturaleza de ese poder y canalizarlo y utilizarlo para bien del mundo, haya sido tan vital?
¡Rezo porque los lectores de este texto conozcan cuanto antes la naturaleza de su mente! Porque, cuando lo logren, generarán en la base de su ser una comprensión que cambiará toda su visión del mundo.
«Si se reuniera todo el disfrute, toda la gloria, el placer y la felicidad del mundo y se pusiera todo junto ─dice Nyoshul Khempo─ no se acercaría ni a una mínima fracción de la dicha que se experimenta cuando se conoce la naturaleza de la mente».
Quien consigue esto, descubre y cultiva de manera natural y espontánea la compasión que, no sólo lo inclinará a servir a todos los seres; sino que, además, llegará a su mente el conocimiento que le proporcionará el talento y la habilidad para hacerlo de la mejor manera.
Conceptos tomados de
″El libro tibetano de la vida y de la muerte″ de
Sogyal Rimpoché
Todas las tradiciones espirituales del mundo dejan bien clara una cosa: nuestro interior es el contenedor de una enorme reserva de poder, poder de sabiduría, poder de compasión.
El día que aprendamos a utilizar ese esa energía que de momento yace latente en nuestros adentros ─y ese es el objetivo de la búsqueda de la Iluminación─, no sólo nos transformaremos a nosotros mismos; sino que, junto con nuestro cambio, se transformará también el mundo que nos rodea.
Y, ¿ha habido en el tiempo un momento como el presente en el que el uso de este poder haya sido tan esencial y tan urgente? ¿Ha habido jamás una época en la que comprender la naturaleza de ese poder y canalizarlo y utilizarlo para bien del mundo, haya sido tan vital?
¡Rezo porque los lectores de este texto conozcan cuanto antes la naturaleza de su mente! Porque, cuando lo logren, generarán en la base de su ser una comprensión que cambiará toda su visión del mundo.
«Si se reuniera todo el disfrute, toda la gloria, el placer y la felicidad del mundo y se pusiera todo junto ─dice Nyoshul Khempo─ no se acercaría ni a una mínima fracción de la dicha que se experimenta cuando se conoce la naturaleza de la mente».
Quien consigue esto, descubre y cultiva de manera natural y espontánea la compasión que, no sólo lo inclinará a servir a todos los seres; sino que, además, llegará a su mente el conocimiento que le proporcionará el talento y la habilidad para hacerlo de la mejor manera.
Conceptos tomados de
″El libro tibetano de la vida y de la muerte″ de
Sogyal Rimpoché