Budismo

Introducción concisa al budismo tibetano por Su Santidad el XIV Dalai Lama

Entrenamiento Mental en 7 Puntos

Ofrezco las siguientes enseñanzas sucintas como una base para una comprensión de la estructura y la práctica de budismo tibetano. No tengo nada que decir que no se haya dicho antes. No consideren estas enseñanzas como una mera información, sino como las enseñanzas esenciales de un camino que conduce a la transformación de sus mentes. Sólo luego estas enseñanzas tendrán un beneficio verdadero.
Antes de que el budismo llegase, la religión Bon estaba muy extendida en El Tibet. Hasta hace poco, los centros de estudio Bon todavía existían en El Tibet. No siendo una religión efectiva al principio, la religión Bon estaba enriquecida por la práctica y la creencia budista. Alrededor del octavo siglo, el rey Lha-Tho-Ri Nyen-Tsen introdujo el budismo en El Tibet. Desde entonces, el budismo se ha propagado firmemente. Con el curso de tiempo, muchos pandits indios (los estudiosos) vinieron al Tibet y tradujeron los sutras, los textos tántricos y sus comentarios.

Durante el reinado del rey ateo Lang-Dar-Mar en el siglo X, el budismo padeció un contratiempo, pero este eclipse fue de poca duración. El budismo revivió pronto y se expandió de nuevo, empezando por las partes occidentales y del este del Tibet; los estudiosos indios y los tibetanos estuvieron otra vez ocupados en la traducción de los textos religiosos. Como el número de estudiosos budistas tibetanos creció, el número de estudiosos indios visitantes fue descendiendo gradualmente.

Así, en el posterior período del budismo tibetano, nuestra religión se desarrolló independientemente de la posterior escuela del budismo indio, aunque retuviese los principios básicos de las enseñanzas de Buda. En sus artículos básicos, el budismo tibetano nunca sufrió alteraciones o adiciones por obra de los lamas tibetanos. Sus comentarios son claramente identificables como comentarios, y para su autoridad, se remitieron a las enseñanzas principales del Señor Buda o a los trabajos de los pandits indios. Por esta razón, no pienso que sea correcto considerar el budismo tibetano como algo separado del budismo indio original, o referirse a él como lamaísmo.

Las Cuatro Verdades Nobles

Buda dijo: “El sufriendo es cierto; ésta es la causa verdadera; ésta es cesación verdadera; éste es el camino verdadero”. Él también dijo: “Conoce la naturaleza del sufrimiento; abandona las causas de sufrimiento; consigue la cesación del sufrimiento; sigue el camino verdadero”. Y él dijo: “Sabe sufrir, aunque no haya nada que conocer. Renuncia a las causas del sufrimiento, aunque no haya nada a que renunciar. Sé fervoroso en el seguimiento de la cesación, aunque no haya nada que suspender. Practica los medios de la cesación, aunque no haya nada que practicar”. Éstas son tres perspectivas de la naturaleza intrínseca, la acción y el resultado último de las Cuatro Verdades Nobles.

En el siglo tercero, el Nagarjuna indio expuso la filosofía del Camino Intermedio, que se ha vuelto central para todas las escuelas del budismo Mahayana. El Camino Intermedio enseña que el “sufrimiento verdadero” deriva del samsara, el ciclo de nacimiento y renacimiento que proviene del karma, la retribución para las acciones resultantes de la ignorancia y la falsa ilusión. “La causa verdadera” significa karma y falsa ilusión, que son las causas verdaderas del sufrimiento. “La cesación verdadera” significa la desaparición completa de las dos condiciones precedentes. El “camino verdadero” es el único camino por el cual logramos la cesación verdadera.

Hinayana

Para lograr el nirvana, debemos seguir un camino prescrito: el camino verdadero, o las Catro Verdades Nobles. Hinayana y Mahayana representan dos escuelas filosóficas por las cuales percibimos este camino. Según el Hinayana, el llamado “Vehículo más pequeño”, cuyos practicantes buscan el nirvana para su bien, la mente debería estar adiestrada para ejercitar una voluntad lo suficientemente fuerte como para renunciar al samsara. El practicante debería perseguir éticas religiosas y, simultáneamente, practicar la compenetración y la absorción meditativa, a fin de que la falsa ilusión y sus semillas puedan ser purgadas, finalmente, para no volver crecer nunca más. Así, logramos el nirvana. Los caminos que se han de seguir son los Caminos de Preparación, Aplicación, Visión, Práctica y Cumplimiento.

Mahayana

Los seguidores del Mahayana, el llamado “Vehículo mayor”, pretenden lograr la etapa más alta de nirvana-estado de buda. Hacen esto no sólo para ellos mismos, sino también para todos los seres sensibles. Motivados por la aspiración de alcanzar la iluminación y por la compasión para con todos los seres sensibles, los Mahayanistas siguen casi el mismo camino que los Hinayanistsas, pero también practican otros medios convenientes, tales como las Seis Perfecciones. A través de estos métodos, tratan de deshacerse de la falsa ilusión, así como de la profanación de las huellas kármicas, trabajando así para lograr el estado de buda. Aunque los cinco caminos son los mismos para ambos vehículos – Preparación, Aplicación, Visión, Práctica y Cumplimiento-, una diferencia cualitativa es que el Mahayana enfatiza la motivación que beneficia a todos los seres. Se dice que los Hinayanistas que han logrado el nirvana, eventualmente adoptarán métodos para alcanzar el estado de buda.

Tantrayana

Los caminos que he mencionado son caminos doctrinales, que los aspirantes deben seguir para obtener una buena base antes de praticar el Tantrayana, el camino de los métodos de yoga. La Escuela Tibetana tuvo mucho cuidado antes de introducir cualquier doctrina tántrica. Los maestros espirituales siempre investigaron si la doctrina se encontraba entre las que predicó Buda. Los pandits competentes la sometieron al análisis lógico, y la probaron a la luz de la experiencia, antes de confirmar su autenticidad y adoptarla para sí. Este proceso fue menester porque había muchas doctrinas tántricas no budistas que fácilmente podían confundirse con las del budismo, a causa de su parecido superficial.

El Tantrayana se divide en cuatro clase, se incluye un número vasto de tratados que no pueden ser enumerados aquí. En simples términos, según este sistema, tal como se ha explicado, el karma negativo se considera la causa de los diversos tipos de sufrimiento que soportamos. El karna negativo es el resultado de la falsa ilusión, lo cual es esencialmente el producto de una mente indisciplinada. Por consiguiente, la mente necesita ser disciplinada y controlada mediante ejercicios que detienen el flujo de pensamientos dañinos y negativos. Este flujo puede ser detenido, y la divagación o mente proyectada, llevada a descansar por medio de la concentración en el maquillaje de la propia mente.

Uno también puede dirigir su propia mente hacia objetos externos para disminuir los pensamientos negativos. Para esta práctica, se necesitan unos poderes profundamente contemplativos. Se ha descubierto que las figuras de deidades son los objetos más adecuados, lo que ha dado lugar a la existencia de muchas de estas imágenes en el Tantrayana. En algunos casos, el progreso se consigue por medio de una fe fuerte y la devoción; pero, generalmente, el progreso se logra a través del uso de la razón. Y si se sigue el camino transcendental del Tantrayana, entonces la razón misma inspirará la convicción sincera.

Un esbozo del método de práctica del Budismo

La perfección de la práctica budista no se logra meramente por medio de cambios superficiales, como son llevar una vida monástica o recitar textos sacros. Si estas actividades en sí mismas deberían llamarse o no religiosas es algo que está abierto a la discusión, pues la religión debería practicarse en la mente. Si uno tiene la actitud mental correcta, entonces todas las actividades, toda acción corporal y todo discurso pueden ser religiosos. Pero si uno carece de la actitud apropiada, si no se sabe cómo pensar lo correcto, entonces no se conseguirá nada, aun si uno dedica toda su vida a la lectura de las Sagradas Escrituras en los monasterios. El primer requisito de la práctica budista, por consiguiente, es la transformación de la actitud mental. Uno debería llevar las Tres Joyas: Buda, Dharma y Sangha, como refugio postrero, tener en cuenta las leyes del karma y sus consecuencias, y cultivar pensamientos que beneficien a otros.

Un practicante encontrará un gran placer siendo fervoroso en renunciar a los intereses mundanos. Muchos seguidores de la escuela tibetana han renunciado al mundo de este modo, y poseen una indescriptible satisfacción mental y física. Sin embargo, tal renuncia no es posible para todos, porque precisa de un gran sacrificio. ¿Qué tipo del Dharma podemos prescribir para la gente común? Descartados los actos inmorales, cualquier actividad que sea útil y productiva para promocionar la felicidad de los otros ciertamente puede ir al par de la práctica del Dharma. La salvación puede lograrse simplemente llevando una vida doméstica. Tenemos un dicho: “La gente que no realiza ningún esfuerzo mental, aun si permanece retirada en la montaña, lo único que hace es atesorar causas para descender al infierno”.

Hay una antigua historia tibetana que viene al caso. Hace mucho tiempo, hubo un lama famoso llamado Drom. Un día, Drom vio a un hombre paseando alrededor de un “stupa”. Es bueno para usted pasear alrededor de un edificio abovedado de reliquias, dijo Drom, “pero, ¿no sería mejor si practicara la religión?” El hombre dijo para sí mismo: “Entonces, mejor hubiera sido leer un libro santo”. Y de esta forma inició un curso intensivo de lectura. Otro día, Drom lo vio otra vez: “La lectura de un libro santo es, claro está, bueno,” dijo Drom, “¿pero, ¿no sería mejor si practicase de verdad la religión?” El hombre pensó: “Parece que incluso la recitación no es suficiente. ¿Por qué no meditar?” No mucho tiempo después, Drom lo vio meditando. Y le dijo: “Admito que la meditación es buena. ¿Pero no sería realmente mejor si practicase la religión?” El otro hombre estaba asombrado: “¿Qué entiende usted por practicar la religión? Dígame cómo se hace”. Desvíe su mente de las formas de esta vida mundana”, le contestó Drom, “y vuelva su vida hacia la religión”.

Quizá puedo concluir con un esbozo breve del camino budista refiriéndome a los Tres Entrenamientos Superiores: el Entrenamiento de la Conducta Superior, el Entrenamiento de la Meditation Superior y el Entrenamiento de la Sabiduría Superior.

El Entrenamiento de la Conducta Superior

El Entrenamiento de la Conducta Superior, que es la base de todos los preceptos, tiene muchos aspectos. Todo se basa en evitar las diez no-virtudes: tres del cuerpo, cuatro del hablar y tres de la mente.

Las tres no-virtudes que pertenecen al cuerpo son:

1. Arrebatar la vida a cualquier ser viviente, desde los humanos hasta el insecto más pequeño, ya sea directa o indirectamente.

2. Robar o tomar sin consentimiento la propiedad ajena, directa o indirectamente, cualquiera que sea su valor.

3. Cometer adulterio y consentir formas pervertidas del acto carnal

Las cuatro no-virtudes propias del hablar son:

1. Ser culpable de falsedad dando a otros un consejo, información o indicaciones físicas falsos o equivocados.

2. Ser culpable de calumnia causando desunión allí donde antes había unidad, o agravando la desunión allí donde ya existía.

3. Usar un lenguaje rudo y ofensivo.

4. Consentir el gusto por el chismorreo sobre la lujuria y la pasión pura.

Las tres no-virtudes pertenecientes a las funciones de la mente son:

1. Codicia o desear poseer algo que pertenece a otro.

2. Querer dañar a otros.

3. Dudar de la enseñanza sobre el renacimiento, la realidad del karma y los Tres Refugios.

El Entrenamiento de la Meditation Superior

El Entrenamiento de la Meditation Superior ayuda al practicante a fijar la mente en un solo objeto, y a desarrollar el shamatha, esto es, la “inactividad mental”. La técnica consiste en abstraer la mente gradualmente de objetos sensoriales y nociones conceptuales, a fin de que se la vuelva inquebrantable, estable y tranquila. Tal tipo de mente puede concentrarse en cualquier objeto sin dificultad.

Para lograr tal estado de realización, son menester muchos prerrequisitos. Para mayor brevedad, según el Bodhisattva Maitreya, los practicantes deben evitar los Cinco Defectos y deben cultivar las Ocho Actitudes Mentales Introspectivas.

Los Cinco Defectos son:

1. La laxitud que resulta de una actitud letárgica hacia la meditación.

2. La amnesia del objeto de meditación.

3. Las distracciones de la lujuria típicas de la mente.

4. La incapacidad para impedir estas distracciones.

5. Las interrupciones imaginarias y el uso de contramedidas falsas.

Las Ocho Actitudes Mentales Introspectivas son:

1. La convicción en la virtud de la meditación y la habilidad para percibir defectos.

2. El deseo fervoroso de meditar y la habilidad para hacerlo.

3. La perseverancia y una disposición de ánimo festiva.

4. La experiencia de flexibilidad mental y física.

5. El esfuerzo concienzudo en enfocar la atención en el objeto de la meditación.

6. La conciencia de cualquier inclinación hacia la lentitud o la agitación intensa.

7. La presteza inmediata para contrarrestar la distracción en el momento en que es percibida.

8. La relajación de las contramedidas cuando el objetivo esté ya conseguido.

Las Nueve Etapas de la Concentración son:

1. Fijar la mente en el objeto de concentración.

2. Poner empeño en prolongar la concentración.

3. Percibir inmediatamente cualquier desvío de la mente y traerlo de regreso al objeto de concentración.

4. Mantener una concepción cristalina aun del detalle más diminuto del objeto.

5. Fortalecer el esfuerzo dándose cuenta de sus virtudes.

6. Disipar cualquier sentimiento adverso hacia la meditación.

7. Mantener la ecuanimidad disipando lo que molesta.

8. Llevar la concentración hasta su límite más remoto.

9. Permanecer en contrapeso meditativo sin la asistencia o el esfuerzo de la memoria o la conciencia.

El Entrenamiento de la Sabiduría Superior

El entrenamiento de la sabiduría superior se preocupa de desarrollar dos tipos de sabiduría:

1. La sabiduría que comprende la naturaleza relativa de las cosas, o conocimiento empírico.

2. La sabiduría que comprende la naturaleza absoluta de las cosas, o conocimiento transcendental.

Brevemente describiré aquí un tipo más de sabiduría: la sabiduría que destruye todas las profanaciones morales y mentales, así como las profanaciones causadas por el poder del pensamiento discriminatorio, esto es, la sabiduría que comprende el shunyata.

Shunyata

El Shunyata, la naturaleza de la vacuidad, es la última realidad de todos los objetos, materiales y fenoménicos. El Shunyata ni está afectado por los poderes de los budas, ni depende de los frutos kármicos de los seres sensibles. El Shunyata simplemente existe, y su naturaleza se extiende por todos los elementos. Consecuentemente, por su misma naturaleza, todos los fenómenos dharma están vacíos. Citando a un sutra: “Independientemente de que los budas aparezcan en este mundo o no, el shunyata, la última naturaleza de todos los objetos, es absoluta y eterna”. El Shunyata es la negación de un ego permanente y de existencia independiente.

Fuente: http://spanish.dharmadrum.org