Uno de los principales factores que hacen que el ser humano entre en conflicto consigo mismo y con el mundo exterior, es el desconocimiento que tiene de la auténtica naturaleza de las cosas, de los seres y de los fenómenos; esto sin contar con la equivocada concepción que se ha formado de sí mismo.

Si estuviera consciente de que todo lo que aparece a sus campos sensoriales, incluido él mismo, es totalmente ilusorio y efímero, dejaría de establecer esa inadecuada relación que podríamos calificar de enfermiza.

Bien lo expresa Bergson: ″El ojo es el órgano de la visión, pues sin él no podríamos ver; pero, en otro sentido, es un obstáculo para la visión″.

Los apegos y las aversiones que tanto daño nos hacen, son tan intensos, que llegamos a considerar bienestar hasta lo que no es otra cosa que causa de sufrimiento. ″Pobres seres humanos ─decía Shantideva─ buscan la felicidad mientras destruyen las causas que la producen; quieren dejar de sufrir y abrazan las causas que producen el sufrimiento como si fuera un amigo cercano y confiable″.

Esto equivale a lamer la miel que se encuentra en el filo de una navaja.

Estos párrafos fueron redactados con base en los conceptos que sobre el tema expresó Nyoshul Khen Rimpoché.