Su Santidad el XIV Dalai Lama

teacher-dalai-lama-319x414cEl XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatso, es el líder espiritual del pueblo tibetano. Nació el 6 de julio de 1935 en el seno de una familia campesina, en la aldea de Takster, al noreste del Tíbet. A la edad de dos años, el niño llamado Lamo Dondup fue reconocido como la encarnación del XIII Dalai Lama, Tubten Gyatso.

Dalai Lama es un título de origen mongol que significa “Océano de Sabiduría” y comunica la importancia que a este personaje confieren la tradición y cultura tibetana, la cual ve en Su Santidad a la emanación del buda de la compasión infinita –Avalokiteshvara en la lengua sánscrita—o Chenresig, ojos amorosos, en la lengua tibetana.

Su Santidad inició sus estudios monásticos a los seis años. A los 25 años completó el doctorado en Estudios Budistas, recibiendo el grado de Gueshe Larampa, el más alto honor académico de la tradición budista del Tíbet.

Tras el comienzo de la invasión china del territorio histórico del Tíbet en 1949, el Dalai Lama fue tempranamente llamado a asumir su plena responsabilidad política como jefe del estado tibetano. Aunque en los años subsecuentes intentó establecer pláticas de paz con Mao Tse Tung y otros líderes chinos con el objetivo de propiciar la mejoría en la difícil situación del Tíbet, en 1959 –tras la brutal represión, por parte de las tropas chinas, del levantamiento nacional tibetano en Lhasa —el Dalai Lama se vio obligado a escapar del Tíbet y exiliarse en Darámsala, India, desde donde estableció y dirigió, hasta hace unos meses, el Gobierno Tibetano en el Exilio.

Desde entonces, el Dalai Lama ha solicitado el apoyo de la comunidad internacional, trabajando incesantemente para lograr una resolución pacífica al problema del Tíbet. Su lucha a favor del Tíbet y la defensa de las garantías individuales y derechos humanos de todos los hombres y pueblos –basada totalmente en la no violencia—le llevó a obtener el Premio Nobel de la Paz en 1989.

Su Santidad ha viajado por más de 62 países en los 5 continentes, en donde se ha reunido con múltiples presidentes, primeros ministros, reyes, príncipes, académicos, líderes espirituales y científicos. Desde 1959 a la fecha, ha recibido más de 84 doctorados honoris causa, distinciones y premios como reconocimiento a su mensaje de paz, no violencia, comprensión entre religiones, responsabilidad universal y compasión. También es autor de más de 72 libros.

Invitado por Casa Tíbet México, el Dalai Lama visitó nuestro país por vez primera en junio de 1989. En aquella ocasión, participó en un foro de Prioridades Globales en la Universidad Autónoma Metropolitana y fue recibido en la residencia oficial de Los Pinos por el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari. Conjuntamente con el entonces Cardenal Primado de México, Don Ernesto Corripio Ahumada, y el Consejo Interreligioso de México, participó en el Primer Encuentro Ecuménico y Plegaria por la Paz en la Catedral Metropolitana. Impartió una plática pública en la sala Ollin Yollitzli e inauguró Casa Tíbet México como la primera representación cultural oficial del pueblo tibetano para Latinoamérica.

En el 2004, su visita fue auspiciada por la Asociación Civil Dalai Lama en México, la cual invitó a Su Santidad a impartir un ciclo de enseñanzas budistas en el Teatro Metropólitan y una conferencia en el Auditorio Nacional. Fue recibido por la Cámara de Diputados y el entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, quien lo nombró visitante distinguido de la Ciudad de México. Fue también galardonado con la medalla de oro conmemorativa de la fundación de la UNAM, de manos del Rector Juan Ramón de la Fuente, y recibió un doctorado honoris causa por parte de la Universidad Iberoamericana. Fue recibido, a nombre del Presidente de la República, por el Secretario de Gobernación Santiago Creel, con quien participó en un evento conmemorativo del Día Internacional de la Tolerancia. Finalmente, una vez más promovió una plegaria ecuménica a favor de la paz conjuntamente con el Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera, y el Consejo Interreligioso en la Catedral Metropolitana.

El Dalai Lama se describe a sí mismo como un “simple monje budista”. En sus conferencias y giras mundiales, su sencillez y su naturaleza compasiva conmueven visiblemente a todos los que se reúnen con él. Su mensaje se centra en el amor, la compasión, la responsabilidad universal y, ante todo, en la necesidad de desarrollar un buen corazón.